Para que no digas que no pienso en ti

Ando buscando...
Las formas ocultas
de una mantarraya,
La neurosis ausente.
Reptiles concientes
de actos pensantes
y no convenientes,
el modo infalible
de perderlo todo
el cielo regalado
o el infierno
a precio de oro

Hoy
Me enteré de que nací en el año del cerdo.
Eso me convierte en una persona muy sociable, gusto de hacer amigos, luego entonces me hago popular. Tengo demasiado apego por los goces de la vida, lo cual me hace a veces glotón, sensual y disipado. Sería muy feliz y sano si no me enfadara tanto. Soy idealista al punto de sacrificar mi vida por un buen ideal; mis profesiones más acertadas serían cualesquiera que tengan que ver con la industria del entretenimiento, dado que mi gusto por los placeres me señala en esa dirección. Soy generoso hasta la ignominia.
Soy un cerdo

Libertad

de repente me quedé pensando si tengo libertad, hasta el momento no estoy seguro si puedo responder afirmativamente a tan profunda reflexión, se me figura profunda porque no me refiero a la libertad de comprarme unas galletas, sino a la libertad de espíritu. Me pongo muy denso en cuanto medito esto, así que lo dejo para un domingo tranquilo, mientras curo la cruda del sábado.

Vayan por aquí, que resulta curioso.
No siempre jala bien, pero está entretenido

Palabras vacías


Cuando me dices que piensas en mi
y te digo que yo también
cuando nos hablamos al oído
si cantamos en la ducha
Al jurarnos lo mismo
cada vez que estamos juntos
y nunca lo cumplimos
ni pensamos hacerlo
Cada que te pido perdón
y me dices que ya pasó
cuando echo bravatas
para quedar bien contigo
pero nunca logro el cometido
si te digo que te vayas
y que nunca más regreses
pero al cerrar la puerta
espero por volver a verte

Hoy

Hoy en este día podría, no sé,
regalarte media tonelada de flores
siete miradas distintas
quinientos besos de sabores
un collar de perlas amarillas
dos boletos para el cine
un disco de los rolling
ciento cincuenta sueños dorados
un par de fantasías más terrenales
mi bolsa de canincas, mi infancia
y todas las felicidades
Un trozo de carbón
que en menos de mil años
será un bello diamante
un diente de tiburón
una estrella de mar
y hasta una foto de marte
recién tomada
viente poemas de amor
y una canción desafinada

Tus ojos

claro de monte
como guitarras trovadoras
de San Juan
Tus ojos
son mi suplicio
son mi perdón
mi redención, mi despertar
Tus ojos
que me arrebatan
son mi locura
son la plena perdición
Tus ojos
lo tienen todo
nada me falta
porque son mi bendición

Oh! Yo no sé

Cuando la muerte llega, nunca se sabe como reaccionar, no se sabe que decir, nunca se dice lo correcto y para acabar, siempre se debe decir algo (esa es la compulsión que yo tengo).
A un amigo, le ha visitado la muerte de su padre apenas antier. Sabía que debía ir, pero no sabía que haría al llegar, ni lo que le diría. Cuando me fuí de su casa, seguía sin saber que decir ni que hacer.
Que se hace cuando la vida de alguien realmente querido se termina? Hace más de 10 años que murió mi padre y creo que yo nadamás seguí viviendo, dejando que la certeza de no tenerlo más me invadirea poco a poco, sin prisas pero sin pausas. Sin relevancia resultan las reflexiones religiosas, que si el cielo, que si el purgatorio, que si el infierno; nada de eso nos importa cuando la verdad es que desearíamos verle, hablarle o algo así.
Mis más fervientes deseos de resignación (sé que eso queda) y pronta recuperación.